Buenos Aires: El tango que no termina nunca

Donde cada esquina tiene una historia (y una parrilla)

Buenos Aires no se recorre: se vive. Se camina entre cafés antiguos, librerías infinitas y plazas donde el tiempo parece detenerse para escuchar un bandoneón a lo lejos.

En San Telmo y La Boca, el arte se desborda por las paredes. En Palermo Soho, el diseño y la gastronomía se abrazan con acento porteño. Y en Recoleta, la elegancia se escribe en mármol y flores.

“En Buenos Aires, hasta el silencio baila.”

Si algo une a todos los porteños es el ritual del asado. El humo de la parrilla no es solo olor a comida: es promesa de conversación, vino y risas largas.

Imperdibles: Caminito, Teatro Colón, Palermo, San Telmo, La Bombonera, Café Tortoni.